La nueva era del capital riesgo europeo

Desde la financiación de la loca iniciativa de Cristóbal Colón por parte de los Reyes Católicos, para algunos un primer y exitoso ejemplo de Venture Capital, la inversión privada en empresas audaces, innovadoras y con gran potencial de creación de valor y rentabilidad (y por ende con grandes riesgos asociados!) ha sido objeto de un importante desarrollo.

Con el Small Business Investment Act de 1958 se daba el primer paso hacia la profesionalización del sector en Estados Unidos, y poco después se establecía la aún actual estructura de remuneración de los gestores compuesta por una comisión de gestión y otra de éxito, o “carried interest”, sobre los resultados. Referentes actuales del sector como Kleiner Perkins o Sequoia Capital fueron fundados en 1972, ya entonces enfocados en empresas jóvenes de computación y programación. Fue sin embargo solo en los años 80 cuando el número de firmas de inversión especializadas pasaron de ser algunas decenas a más de 600 al final de la década, multiplicando por 10 sus activos bajo gestión hasta los 30.000M USD.

La adopción de Internet a principios de los 90, y los enormes retornos obtenidos por los fondos de Venture Capital que participaron en empresas como AOL, Netscape, Compuserve o Amazon, dieron un nuevo y fuerte impulso a la industria, esta vez a nivel global, y las primeras firmas independientes comenzaban también a aparecer en Europa, si bien el estallido de la burbuja puntocom en el año 2000 provocó la quiebra de muchos fondos de Venture Capital y redujo dramáticamente el volumen de la industria, que se quedó estancada en los siguientes 4-5 años. Desde entonces, el propio Internet y su mucha mayor velocidad (ancho de banda) y penetración (% de hogares y empresas conectados), nuevas herramientas como los Smartphones o tecnologías como la Inteligencia Artificial, han servido de catalizadores para el lanzamiento de nuevos productos y servicios a escala global, provocando una aceleración sin precedentes tanto en la aparición de nuevas innovaciones como en el crecimiento del valor generado por estas empresas para sus accionistas y para la Sociedad.

Es efectivamente en los últimos 15-20 años que la industria del Venture Capital ha iniciado realmente su desarrollo en Europa, con un fuerte incremento del número de fondos, activos bajo gestión, operaciones, etc. Un proxy de la salud de la industria a menudo utilizado es el número de “unicornios” en un ecosistema, definidos como empresas innovadoras/tecnológicas que alcanzan la valoración de mil millones de dólares. Con apenas 3 unicornios en Europa en 2011, el incremento de este proxy en los últimos 4 años está siendo espectacular, resultado de las inversiones realizadas en 2005-2015, y en particular en el primer trimestre de este año, en el que cerca de la mitad del número total de unicornios europeos han alcanzado esta marca. Por cierto, la mayoría de “unicornios” europeos alcanzaron este status en menos de 8 años.

Nº de Unicornios y valoraciones post-money agregadas

Fuente: Pitchbook

Este no es sólo el resultado de la adopción tecnológica por consumidores, hogares y empresas y las nuevas innovaciones catalizadoras. En Europa y en el mundo, la gran crisis financiera global de 2007-2011 provocó por un lado que (i) muchos profesionales preparados perdiesen su trabajo y tuvieran la necesidad de generar ingresos alternativos, siendo el emprendimiento una opción mucho más atractiva que en anteriores crisis gracias precisamente a la penetración tecnológica, y por supuesto a los cada vez más numerosos casos de éxito y, por otro, (ii) un mucho mayor empuje al emprendimiento innovador por parte de los gobiernos locales, nacionales y supranacionales, que provocó una explosión del número de aceleradoras, incubadoras, programas público-privados y fondos de Venture Capital, y por ende un incremento notable en el número de Startups europeas lanzadas y financiadas anualmente.

Capital invertido mediante Venture Capital y número de operaciones cerradas al año

Fuente: Pitchbook

Gracias a estos desarrollos e iniciativas públicas y privadas en estas últimas dos décadas nos encontramos en la actualidad posiblemente ante el mejor momento para los inversores en Venture Capital en Europa con (i) un ecosistema aún joven con escasa competencia por parte de fondos internacionales/globales, en particular en el tramo “Early-Stage”, (ii) una masa crítica significativa de emprendedores preparados y proyectos invertibles gracias a los esfuerzos realizados y la experiencia adquirida, entre otros, pero quizá sobre todo (iii) un importante choque exógeno en la economía y Sociedad a nivel global debido a la crisis provocada por el Coronavirus.

Efectivamente, este choque está provocando grandes cambios en los comportamientos y circunstancias de consumidores y empresas, revelando nuevas necesidades y maneras de trabajar y relacionarse que resultarán en nuevos mercados. Empresarios audaces y enfocados en estas nuevas necesidades están lanzando ya soluciones plenamente adaptadas a un mundo cada vez más digital, global y conectado, en el que poder crecer sus empresas con mayor velocidad que nunca. Ahora nos toca a nosotros, inversores privados, institucionales, públicos y profesionales del Venture Capital, ofrecer la confianza, financiación y apoyo necesarios para sacar adelante los proyectos empresariales más ambiciosos, aprovechando el corto (pero intenso!) camino recorrido y la gran oportunidad de participar en la creación de valor en una nueva era para el emprendimiento, la innovación y la inversión privada.

Fuentes en medios: Revista Gestores, 6ª edición, páginas 32-33

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